Hola a todos:
Escribí este texto después de un intercambio de correos electrónicos con un practicante de Tai Chi de Reino Unido llamado Brian, el año 2012.
¿Quién soy? Si conoces mi historia con el Sr. Moy, te puedes saltar esta parte.
Mi nombre es Doug Nettleton. Un amigo me presentó al Sr. Moy y el Tai Chi que enseñaba en 1975, como una ayuda para conseguir el cinturón negro de judo. Al cabo de dos meses dejé de practicar judo. Yo, ignorante, dejé de practicar Tai Chi en 1977. En 1983 retomé mi práctica de Tai Chi enfermo y bajo de peso, cuando según la medicina moderna me diagnosticaron un soplo cardíaco correlacionado con una disminución de tejido conjuntivo, y me dijeron que siempre estaría bajo de peso y debía aprender a vivir con ello.
Mi vanidad me impidió ir a ver al Sr. Moy mientras no era capaz de ejecutar la tabla de Tai Chi sin parecer que me iba a desvanecer. A finales de diciembre me volvieron a presentar al Sr. Moy en un banquete. Cuando salí del banquete no me podía abrochar los pantalones. El Sr. Moy me invitó a volver al club para practicar. La primera corrección que me hizo aquella noche fue exactamente la última que me había dado en los años 70. Después de unas dos horas de practicar bajo la supervisión de Doug Overholt, estaba a punto para irme a comer cuando el Sr. Moy me dijo: «Ven el sábado por la mañana o el domingo por la tarde y te ayudaré».
Practiqué regularmente con él hasta su fallecimiento en 1998. Su penúltima corrección en el Don-yu fue: «¡Ah Du(k), siéntate bajo!». Su última corrección de nuevo en el Don-yu fue: «¡Ah Du(k), demasiado bajo!». «Ah Du(k)» es como él me llamaba. Me alegra poder decir que mi salud a día de hoy es mucho mejor que en 1983 cuando retomé la práctica del Tai Chi.
En 1989 fui el director fundador de la Academia Gei Pang Lok Hup por indicación del maestro Moy. Años más tarde fui miembro fundador de la Junta Directiva de la CTCA (Canadian Tai Chi Academy - 2006), en la que ejercí un mandato inicial de 2 años y después fui reelegido para otro mandato de 3 años. Participé en la fundación de la IATLA (International Association of TaiChi & LokHup Academies - 2008) y formé parte de su junta durante un año. Dejé ambas juntas tras una conversación con un miembro de la CTCA al que el Sr. Moy había enseñado personalmente cuando le pregunté: «¿Por qué cambias las cosas tal y como te las enseñó personalmente el Sr. Moy?». Después de una mirada de perplejidad respondió: «¿Qué quieres decir? Creía que estos cambios habían sido acordados por ti y por los demás miembros fundadores e instructores veteranos.»
Introducción
Comparto lo siguiente según mi comprensión actual. Digo esto porque si me hubieran pedido que mostrara «Cruzar las Manos» en la tabla de Tai Chi a un no principiante hace un mes habría sido bastante diferente de lo que mostraría después de las recientes sesiones de práctica que he tenido con Doug Overholt. Le invito a él -Doug Overholt- a opinar sobre cualquier cosa de lo que sigue que considere imprecisa o incorrecta.
Animo a cualquiera que lea lo que sigue -particularmente a aquellos que quieran describir lo que están practicando actualmente como «experimental y/o más avanzado que lo que enseñó el Sr. Moy»- a que prueben realmente los ejercicios y experimenten lo que describo a continuación.
También quiero agradecer de nuevo a Brian su correo electrónico que me motivó a poner por escrito lo que sigue. Darren Pryke también me animó a escribir estos conceptos e información durante su reciente visita a Canadá.
Nuestra forma y prácticas afines - Orígenes, contenido y usos
No pretendo faltar al respeto a las ideas de Brian, pero considero incorrecto casi todo lo que transcribo a continuación, extraído de su correo electrónico ...
«Lo que define el estilo del Sr. Moy parte de la premisa de que la estructura de la forma está diseñada exclusivamente para obtener beneficios para la salud. Para lograrlo cogió la forma larga del estilo Yang y manteniendo la secuencia y modificó los movimientos introduciendo, por ejemplo, ....
- extender las extremidades al máximo .... stretching
- levantarse y sentarse
- una posición cerrada al dar los pasos
- elevar el pecho al estirar la parte superior del cuerpo ... como en Limpiar la rodilla.
Ninguno de estos conceptos se encuentran en cualquier otra forma de Tai Chi y, en opinión de muchos fundamentalistas, descalifican nuestra práctica de ser llamada Tai Chi ya que no se ejecuta como un arte marcial.
También introdujo los Donyus y Toryus que son únicos de nuestro estilo».
~ Brian
Tenemos grabaciones en vídeos del Sr. Moy realizando la tabla completa en los años 80 y 90 y un vídeo de una tabla casi completa de los años 70. La forma mostrada es esencialmente la misma en cada década. Es evidente que enseñaba artes marciales en los años 70 como uno de sus «ganchos» en aquel momento para atraer a los alumnos a practicar con él: decía «¡Dadme cinco años y no vais a temer a nadie!». A mediados de los 80 asistí personalmente a un taller de tres días titulado: «Aplicaciones de las Artes Marciales del Tai Chi Taoísta» y a varias sesiones de práctica los viernes por la tarde en las que se mostraban aplicaciones marciales del Tai Chi. También tuve el «privilegio» de ser el «muñeco de práctica» mientras el Sr. Moy enseñaba a Doug Overholt a lanzarme a través de la sala. Es cierto que más tarde el Sr. Moy disminuyó este énfasis. Pero incluso acercándose el final de su vida -cuando utilizaba una botella de oxígeno por su problema de salud- se levantó e invitó a dos alumnos bastante corpulentos a rodearle en la posición baja de «Los gansos vuelan en parejas (Lok-hup)». Se levantó extendiendo los brazos y envió a ambos volando por la sala. Por lo tanto, rechazo la premisa original de que la forma está diseñada puramente para obtener beneficios para la salud.
Estoy de acuerdo en que la tabla con la que empezó el Sr. Moy era una de las muchas variantes del Tai Chi de la familia Yang. Eva Wong afirmó en una ocasión que el Sr. Moy eligió esta forma como vehículo en el que incorporar su aprendizaje de toda la vida porque había tenido experiencia enseñándola como ayudante de Leung Tze-Pang y en la sociedad occidental se conocían varias formas de Tai Chi.
En la transcripción de un taller de una semana de duración, uno de los primeros miembros cuenta que estando practicando nuestra tabla en un parque de Hong Kong, un señor mayor sentado en un banco del parque le observaba atentamente. Cuando terminó su práctica el señor mayor le dijo algo así como: «Su Tai Chi es muy interesante. Contiene elementos de Tai Chi de la familia Yang, Bagua, Xing-yi, Lok-hup y prácticas de Qigong taoístas y budistas». Por desgracia la mayoría de nosotros no tenemos conocimientos suficientes para decir qué elementos proceden de cada una de estas prácticas. Y quizás pueda sorprender lo que escribo a continuación, pero desde luego no tengo la capacidad de distinguir entre elementos de Qqigong, taoístas y budistas.
Si uno observa detenidamente la grabación del vídeo de los años 70 y el de los 80, notará cambios sutiles que probablemente surgieron de su aprendizaje de Chi Kung con su último maestro, el Sr. Yeung.
Es cierto que el Sr. Moy a menudo «se salía de la forma» para «conseguir un efecto» en concreto y que algunas de estas prácticas no serían prácticas desde la perspectiva de las artes marciales. Más adelante expongo más información sobre su «salirse de la forma».
En cuanto a la idea de que los Don-yus y Tor-yus son exclusivos de nuestra forma y práctica, Ben Chung encontró un libro en una librería de China titulado: «Don-yus, Tor-yus y Jam Zhong, Los Tres Tesoros de Leung Tze-Pang». He sido testigo de cómo alumnos de Tek Siu -que en aquel momento vivía en Toronto, y que la última vez que tuve noticias de él vivía en Victoria- mostraban lo que eran claramente Don-yus y Tor-yus y, aunque podían provenir del Sr. Moy, él no atribuía al Sr.Moy el mérito de ser uno de sus maestros. He practicado con un joven que afirmaba haber sido criado en HuaShan -legendaria cuna de la creación del Lok Hup Ba Fa- que nos enseñó lo que cualquiera reconocería como un Don-yu. En el vídeo: «LiuHeBaFa Twelve Animals» del “maestro” Paul Dillon se pueden ver diferentes versiones del Tor-yu. Finalmente, el maestro Tibetano Vajrayana Wang Zi-Shan enseña una forma llamada «QiGong del Dedo Zen - forma de pie» que aprendió del Abad del Templo Shaolin a cambio de enseñar al abad varias prácticas tibetanas. Esta forma está ahora incorporada a la tradición Nyingma y al linaje del maestro del Maestro Wang Khenpo Munsel Rimpoche. Esta «rutina» de práctica incluye nueve Don-yus.
En todo caso, nuestra forma merece llamarse Tai Chi más que lo que practican muchos de los llamados fundamentalistas. El Tai Chi se basa en la interacción del yin y el yang, y cómo podría manifestarse mejor que expandiéndose y contrayéndose, subiendo y bajando, abriéndose y cerrándose, bloqueando y golpeando, etc. En cuanto a la noción errónea que tienen algunos del porque no tenemos la palabra «chuan» en la versión inglesa del nombre de la tabla o de la organización, pensando que el Sr. Moy había eliminado su intención en lo que hacíamos. Ciertamente estaba en chino y cuando el señor Moy quería que practicáramos la tabla, decía «da kuen», es decir, «practicad el puño».
Creo que la forma estándar de Tai Chi que enseñaba el señor Moy es un poderoso arte marcial. Cuando se practica junto con los ejercicios o fundamentos que lo acompañan, es una herramienta muy eficaz para la recuperación y el mantenimiento de la salud, y el Sr. Moy afirmaba que podía utilizarse para el «cultivo espiritual». Yo, personalmente, no pretendo alejarme de ese camino.
Los Cinco Principios
Cuando retomé la práctica de Tai Chi en 1983, empecé a asistir a clases para principiantes, para refrescar mi familiaridad con la forma y, como mencioné anteriormente, para no llegar al punto en que pareciera que me iba a desfallecer después de realizar la tabla. En ese momento a los principiantes se les enseñaba la tabla con un énfasis en:
1) Paso a 45 grados,
2) Línea recta desde el talón hasta la nuca, y
3) Cuadrar las caderas.
Después, cuando el alumno podía seguir más o menos la tabla, se les volvía a enseñar todos los movimientos con énfasis en:
4) Fuerzas iguales y opuestas
5) Subir y bajar
6) Principio de redondez
Cuando se formalizaron los «Cinco Principios», se eliminó el de la «Redondez», probablemente porque era el menos importante para los principiantes o porque para el Sr. Moy era muy obvio. Lo incluyo porque el Sr. Moy me decía muy a menudo: «¡Ah Du(k), turrn-ah, turn morrre!, Doug, gira más».
Antes de que algunos de ustedes no continúen con la lectura de este texto pensando: «Ahí va Doug, sigues viviendo en el pasado» o “Hemos pasado a cosas más avanzadas”, les animo a que prueben los ejercicios y experimentos que describo a continuación. Salvo un cambio rápido e inesperado en la evolución humana, lo que sigue será tan cierto dentro de 1.000 años como ahora. Esto es parte del regalo que el Sr. Moy nos hizo.
1) Paso a 45 grados. Cuando volví a practicar Tai Chi en 1983 mi instructor de principiantes decía -casi como un mantra- «Todos los pasos de longitud completa son a 45 grados, o en preparación para el siguiente paso de longitud completa a 45 grados». El resumen es: «¡No hay pasos completos a 90 grados!». Se permiten algunos pasos a 67 grados y medio «como preparación para el siguiente paso completo a 45 grados». Por ejemplo, en el paso «Cola de pájaro a la izquierda» después de «La bella dama trabaja la lanzadera».
Prueba lo siguiente: En un suelo con baldosas cuadradas de entre 20 a 30 cm, colócate con el pie izquierdo justo dentro de la esquina inferior derecha de una de las baldosas. El pie derecho estará en la esquina inferior izquierda de la baldosa adyacente. Imagina que estás mirando hacia el Norte, no importa en qué dirección. Abre el pie izquierdo 45 grados. Tu pie izquierdo estará ahora apuntando hacia el Noroeste. «Suelta» la rodilla izquierda, dejando que se doble, apuntando en la misma dirección en la que apunta el pie izquierdo. Estira el cóxis hacia atrás y hacia abajo, como lo harías para sentarte en una silla. Da un paso hacia delante con el pie derecho, manteniéndote justo en el borde izquierdo de la línea de baldosas sobre la que estabas -tu pie derecho-. Mira hacia abajo. Imagina una línea que parte del punto más a la izquierda de tu pie izquierdo y va recta hacia delante, paralela a la línea imaginaria que recorre el borde más a la derecha de tu pie derecho. La distancia entre estas dos líneas es la «anchura de la base sobre la que te estás sosteniendo».
Prueba con la postura siguiente: a) gira el pie izquierdo hacia delante 40, 35, 30, 25 grados desde la línea del pie derecho. Observa cómo se reduce la anchura de la base sobre la que te sostienes. b) Vuelve a la postura original de 45 grados y da un ligero paso a la izquierda -ligeramente hacia adentro- y después algo más. A medida que «entres» más, tu «base» se reducirá más. c) Combina estos dos pasos, gira el pie izquierdo 25 grados con respecto al pie derecho y «da un paso hacia adentro» hasta el punto en que el borde exterior derecho de tu pie derecho esté alineado con tu talón izquierdo. Parecerá que caminas por la cuerda floja.
Ahora puedes decir: «Bueno, puedo mejorar eso, giraré mi pie izquierdo 90 grados y/o daré un paso más a la derecha con mi pie derecho - ahora mi «base» es más ancha». Si bien esto es cierto, verás tu estabilidad seriamente comprometida si te tiran hacia el Noroeste o te empujan hacia el Sureste. Incluso si no das un «paso más allá» y giras el pie trasero al pasar al delantero, como recomiendan muchos estilos, corres el riesgo de lesionar los tejidos que rodean la rodilla. Ten cuidado al experimentar con pasos de 90 grados.
2) Línea recta desde el talón hasta la nuca. Para demostrar la eficacia y la fuerza estructural de nuestro Tai Chi, solíamos hacer lo siguiente en las demostraciones: Escogíamos a un miembro «veterano» (en términos de edad, no de años de práctica), normalmente una abuela, y la colocábamos en la postura de «Presionar» de «Coger la cola de pájaro». Luego invitábamos a seis de los jóvenes más corpulentos del público a que se acercaran y los alineábamos uno detrás de otro, los de delante empujando los antebrazos de la señora de Tai Chi. La física de la postura simplemente dirige la fuerza de los seis jóvenes a lo largo de la columna vertebral de la practicante de Tai Chi y por la pierna de atrás hasta el suelo o la tierra.
Prueba lo siguiente con un compañero: uno de los compañeros adopta la postura «Presionar» de «Coger la cola de pájaro». Asegúrate de que la línea que va del talón a la nuca es recta «más o menos». Asegúrate de que la dirección general de la fuerza que sale de los brazos de «Presionar» es paralela al suelo. Funcionará mejor si las «caderas están cuadradas» significado limitado del siguiente principio y tanto los hombros como las caderas están orientados en la misma dirección. Haz que el otro compañero empuje suavemente sobre los antebrazos del primero. Experimenta soltando la rodilla trasera / redondeando la pierna trasera y/o llevando el torso perpendicular al suelo. Ten cuidado. Observa cuánto esfuerzo muscular se requiere para hacer frente a la fuerza entrante.
No te inclines. Más bien, intenta alcanzar con la parte superior del cuerpo. ¿Cómo sabes si estás inclinado? Si tu pareja aumenta gradualmente la fuerza que ejerce y de repente deja de empujar y caes hacia delante, te estás inclinando.
El siguiente nivel para asegurarse de que no te estás inclinando requiere que el compañero pase de empujar a tirar. Pero para ello se necesita algo más que la «línea recta del talón a la nuca».
3) Cuadrar las caderas. Más allá del significado limitado de «cuadrar las caderas» en el ejercicio anterior, «cuadrar las caderas» generalmente significa tener las caderas orientadas en la misma dirección que la dirección a la que apunta el pie que tiene tu peso. Así que cuando «abres» -es decir, tu cuerpo- y «te sientas hacia atrás» en «Cola de Pájaro» o «Tor-yu», tus caderas y hombros están perpendiculares, es decir, en escuadra, a tu pie trasero. Resumiendo, tus caderas, hombros y torso están a 45 grados respecto a tu pie delantero.
El simple significado anterior de «Cuadrar las caderas» es extremadamente importante para la salud de la columna vertebral y la capacidad para hacer frente a una «fuerza entrante» y está estrechamente relacionado con el siguiente principio, pero puedes intentar lo siguiente sin preocuparte por el siguiente principio. Colócate en la posición frontal de un Tor-yu y haz una de las cosas siguientes: a) no cuadrar las caderas, sino tener los hombros perpendiculares a la dirección del pie delantero; b) cuadrar las caderas pero «sobre girar» los hombros, es decir, si el pie derecho está adelantado, y usando nuestro ejemplo anterior apuntando al Norte, los hombros están orientados al Norte-Noroeste; c) cuadrar las caderas pero «sub girar» los hombros, es decir, si el pie derecho está adelantado, y usando nuestro ejemplo anterior apuntando al Norte, los hombros están orientados al Norte-Noroeste. Ahora pídele a tu compañero que pase los dedos por tu columna vertebral hasta que note una o varias posiciones «torcidas».
La razón principal por la que queremos que los hombros y las caderas miren en la misma dirección es para que, al estirar, las almohadillas entre las vértebras se estiren simétricamente. En todas las excepciones a este principio general, en las que los hombros giran «transversalmente» a la dirección hacia la que miran las caderas, por ejemplo «Látigo simple diagonal» en Tai Chi y «Los gansos vuelan por parejas» y «El mono recoge fruta» en Lok-hup, te pones de pie para quitar tensión a la columna.
Cuando «Cuadrar las caderas» no significa lo que podría pensarse: «Levantar las manos y dar un paso al frente» y «Tocar el Pei-Pa». Mucha gente le preguntaba al Sr. Moy: «¿Se cuadran las caderas en estos movimientos?» Él respondía: «Sí». Incluso si no tuviste la suerte de conocer al Sr. Moy hacer estos movimientos en persona o en vídeo, puedes convencerte fácilmente, de que él no quiso decir girar tus caderas para estar perpendicular a la pierna delantera. Simplemente inténtalo en cualquiera de los dos movimientos, con cuidado, ya que habrá bastante torsión en la zona de la rodilla trasera. A continuación, haz que tu compañero te sujete las muñecas y empuje en dirección a la cadera de la pierna adelantada. Te empujarán con facilidad, así que ten cuidado. Aunque no sé de nadie que haya interpretado que quería decir cuadrar las caderas con la pierna de atrás, puedes demostrar igualmente que no podía querer decir eso probándolo y haciendo que tu compañero empuje a lo largo de tus antebrazos hacia la cadera de la pierna de atrás - por no mencionar lo incómodo que te sentirás.
Nota final sobre «Cuadrar». Eva Wong nos contó un día que, antes de venir a Norteamérica a conocer al Sr. Moy, solía practicar con su tío en el parque de Hong Kong. Había leído en la literatura sobre «el cuadrado dentro del círculo» en «Mover las manos como nubes». Le preguntó a su tío. Él repitió el dogma: «Sí, hay un cuadrado en el círculo». Ella preguntó: «¿Dónde está ese cuadrado?» Al preguntarle, él admitió que no lo sabía, pero le dijo que la gente con la que practicaban en el parque lo sabría. En el parque se repitió la misma escena. Todos «sabían» que había un «cuadrado dentro del círculo», pero cuando se les preguntó ninguno de ellos sabía dónde estaba. Cuando se lo preguntó al Sr. Moy, éste se mostró sonriente. Le dijo que no era un cuadrado de cuatro lados, sino una «escuadra de carpintero» y que se refería a la forma cómo giran las caderas.
4) Fuerzas iguales y opuestas. De nuevo, este es un tema amplio, especialmente si queremos verlo desde la perspectiva de la física clásica de Newton y todos los vectores de fuerza implicados incluso en el movimiento de Tai Chi más simple. Por lo general, cuando alguien observa un movimiento de Tai Chi y trata de replicarlo por sí mismo, invariablemente cae en el error de tener más intención en la mano o pie que obviamente golpea. Para nuestros propósitos aquí sólo consideraremos la postura final de tres movimientos: «Limpiar la Rodilla»; “Desviar, Parar y Golpear con el puño” y “La Bella Dama Trabaja en la Lanzadera” - y describiremos el principio como “Vitalidad en ambas Manos”.
Lo que esto significa es que cuando completas el «empuje con la palma» en «Limpiar la Rodilla», debes tener una cantidad comparable de fuerza «abajo y adelante» con la otra mano. Al completar el «puñetazo» en «Desviar, parar y golpear con el puño», debería de haber una fuerza comparable «hacia abajo y hacia delante» con la mano izquierda. Y finalmente, cuando completas el cuarto «Lanzamiento de la Bella Dama» debería de haber tanta fuerza «hacia arriba y hacia delante» en el aparentemente «brazo bloqueador» como en la aparentemente «palma empujadora».
¿Por qué hacemos esto? Sencillamente, para mantener más fácilmente los hombros alineados con las caderas en las partes finales y más expresivas de las posturas. Esto facilita el estiramiento simétrico a lo largo de la columna vertebral, como se ha descrito anteriormente. De nuevo, te animo a probar estos movimientos con más, menos o igual intención en los ambos brazos.
5) Subir y bajar. El Sr. Moy, particularmente cuando estaba «entrenando tu intención», decía: «Levántate», y después de una breve pausa: «Siéntate» o “Siéntate abajo”. No nos ocuparemos de la orden más difícil de: «Levántate y siéntate, ¡al mismo tiempo!». ¿Por qué nos «Levantamos y nos agachamos»? ¿Por qué hacemos Don-yus? Al fin y al cabo, los Don-yus son el ejemplo por excelencia de levantarse y dejarse caer -caer controlado-. Más adelante trataré otros temas y beneficios de los Don-yus.
Desde el punto de vista de la salud, cualquiera de las formas de levantarse y caer que enseñaba el Sr. Moy crea varias acciones de «bombeo» en el cuerpo. Por desgracia, no conozco ninguna otra forma de sentir el efecto interno de estas diversas acciones de bombeo. Así que declaro las siguientes afirmaciones:
a) mejora la circulación de la linfa;
b) mejora la circulación de la sangre, en particular la que vuelve al corazón a través de las venas;
c) mejora la circulación del líquido cefalorraquídeo;
d) mejora la circulación del líquido gastrointestinal.
Algunas personas creen que estar de pie invalida por completo lo que hacemos como arte marcial y, por lo tanto, recomiendan en movimientos como «El gallo dorado se sostiene en una pata» y las diversas patadas, que mantengas un pliegue en la cadera, la rodilla flexionada y el tobillo relajado de la pierna sobre la que estás de pie. Te animo a que lo intentes con un compañero en «El gallo dorado se sostiene en una pata». El compañero debe sostener tu mano que se extiende «hacia arriba y hacia fuera - hacia delante» entre sus palmas. Ahora haz los siguientes ajustes: a) estira la pierna sobre la que estás de pie todo lo que puedas sin «bloquear la rodilla»; b) estira el coxis hacia atrás y hacia abajo; c) gira la cadera de la pierna sobre la que estás de pie hacia la rodilla levantada hasta que el borde interior de la rodilla esté alineado con el ombligo; d) levanta el esternón y estira los brazos hacia arriba desde el punto de las cien reuniones «Du Mai». Asegúrate de no apoyarte en tu compañero para hacer frente a la fuerza, sino pon intención en alcanzarlo. Prueba todo lo anterior en las «Separaciones o Patadas de punta». Haz que tu compañero empuje sobre tu palma. Todas las personas a las que he enseñado lo anterior han podido sentir lo mucho más fuerte que es la postura totalmente de pie. Dicho esto, todavía hay algunos tipos de fuerza estructural que se supone que somos capaces de lograr y que yo todavía no he conseguido.
6) El principio de redondez. Aunque no es uno de los «Cinco Principios» formales, el principio de redondez es fundamental en todos los movimientos. La redondez más evidente está en los brazos. Una vez me afirmaron que cada brazo debe parecer como si se encontrara a lo largo de un segmento de algún tamaño de círculo. Incluso si el brazo está recto mientras el codo no esté bloqueado, se podría argumentar que el brazo se encuentra a lo largo de un segmento muy corto de un círculo de circunferencia infinita - tal vez un poco exagerado. Recientemente, Doug Overholt enseñando a Darren Pryke «Rodar hacia atrás» en «Coger la cola del pájaro al frente» estaba intentando que Darren mejorara la redondez de sus brazos. Señaló hacia abajo desde el hombro derecho de Darren a su codo y hacia arriba a su mano y dijo: «Que sea un círculo grande». Luego redondeó el brazo izquierdo con la palma mirando al corazón y dijo: «Hay círculos por todas partes». Te animo a que los busques en tu práctica.
Para entender por qué es importante este principio, consigue los siguientes objetos: a) una pelota pequeña o una canica, b) una peonza de juguete para niños, c) una pelota de playa, d) una manguera de jardín y realiza los siguientes ejercicios y experimentos.
Haz girar la peonza sobre una superficie plana y haz rodar la canica hacia ella. La canica se desviará tangencialmente hacia la peonza. Imagina que eres la peonza. La superficie interior de tu columna vertebral es el centro de la peonza en «Rodar hacia atrás» y el dorso de tu muñeca izquierda es el borde exterior de la peonza.
Coge el balón de playa y envuélvelo con los brazos, como si no tuvieras manos. Si el balón es lo suficientemente pequeño como para que puedas tocarte las muñecas por el otro lado, intenta envolverlo con los brazos de forma que la forma del balón no se vea alterada. Ver: «Dónde está la pelota» más abajo.
Por último, coge la manguera de jardín, conéctala al grifo y abre el agua. Ahora dobla la manguera lentamente hasta que el agua que pase sea un hilillo o se detenga por completo. Ahora «redondea» lentamente el «pliegue» de la manguera. Piensa que tu brazo es la manguera. Dejando de lado el concepto un tanto nebuloso de «Qi», el agua que pasa por la manguera es análoga a la sangre y la linfa.
Ideas de la literatura del Tai Chi - En desacuerdo con lo que enseñaba el Sr. Moy
El señor que me presentó el Tai Chi se había incorporado recientemente a las clases del Sr. Moy y a la entonces Asociación de Tai Chi de Toronto. Me referiré a él por las iniciales de su nombre chino: N.Z.M. En aquella época él había practicado al menos otros tres estilos de Tai Chi durante más de diez años. Me contó el siguiente intercambio en una conversación con el Sr. Moy la noche que se conocieron - parafraseando:
Sr. Moy: «Entonces, ¿qué piensas de lo que acabas de presenciar?»
N.Z.M.: «Lo que acabo de ver, es completamente erróneo respecto a todo lo que he leído en los “clásicos de Tai Chi”».
Sr. Moy: «Háblame de tu pierna».
Siguió una breve charla sobre los problemas de salud de N.Z.M., en particular una reciente biopsia de un bulto en su pierna.
Sr. Moy: «Tal vez no es lo que has visto aquí esta noche lo que está mal. Tal vez es tu comprensión de lo que has leído».
Tras este encuentro con el Sr. Moy, N.Z.M. se convirtió en un alumno extremadamente devoto del Sr. Moy, haciendo un juramento personal de no practicar ni mostrar nada del Tai Chi que había aprendido anteriormente. Practicaba hasta altas horas de la noche y a menudo se quedaba dormido en el trabajo.
1) Meter el cóxis por debajo y enderezar la columna vertebral
Hace poco le pregunté a Doug Overholt si sabía si al Sr. Moy le habían preguntado alguna vez sobre el consejo de la literatura de «meter el hueso de la cola por debajo». Dijo que se lo habían preguntado en los años 70 y su respuesta fue algo así como: «Podría ocurrir, pero no intentes que ocurra». Aunque este no hubiera sido el caso, puedes ver fácilmente por ti mismo por qué no querrías hacerlo.
a) Desde el punto de vista de la salud, basta con ponerse de pie con los pies separados a la anchura de los hombros, meter la rabadilla por debajo y sentir cómo se aplastan los órganos del bajo vientre. Incluso yo puedo sentirlo y no siento demasiado en mi interior.
b) Desde la perspectiva de las artes marciales, adopta cualquiera de las posturas: «Tocar el Pei-Pa» o “Levantar las manos y dar un paso al frente”. Luego mete la rabadilla por debajo, enderezando la columna vertebral. Cualquier compañero con un mínimo de habilidad podrá empujarte con mucha más facilidad que si te estiras hacia atrás y hacia abajo. Esto se debe a que has convertido toda tu columna vertebral en un asidero inmóvil. Inmovilizando la columna de esta manera no puedes absorber la fuerza en tu estructura.
En particular, las mujeres no deberían hacerlo. Ver: «Diferencias entre hombres y mujeres» más abajo en este texto.
Si miras una foto o un modelo de columna vertebral, verás que el coxis ya apunta hacia abajo y ligeramente hacia delante. Por lo tanto, no es de extrañar que a medida que el cuerpo se relaja con la práctica, en particular la articulación sacroilíaca, y se profundiza en la «postura interna», el coxis continúe en la línea a la que apunta, es decir, hacia delante. Un día se lo mostré a un alumno y otro alumno chino culto se me acercó y me dijo simplemente: «Están confundiendo el resultado y la acción».
2) Ahuecar el pecho y redondear la espalda
La mayoría de las personas que leen estas palabras interpretan que deben de hacer cóncavo el pecho. No sé si en chino original transmite el mismo significado, pero el portador del linaje del Tai Chi de la familia Chen, entrevistado en una de las revistas de artes marciales de los años 80, afirmó que éste era el sentido. El Sr. Moy enseñó lo contrario, que «ahuecar el pecho» se refería a ahuecar el interior como un barril, para que los pulmones pudieran expandirse y aliviar la presión sobre el corazón. En cuanto a «redondear la espalda», está más enfocado en «dejar caer los codos», relajando y redondeando los hombros y la parte superior de la espalda hacia los lados.
Un sábado por la mañana, sólo estábamos dos de nosotros y el Sr. Moy. No describiré la primera parte de lo que ocurrió, porque no es relevante para este tema, aunque para mí personalmente fue la más interesante y humillante. Yo no conocía al otro alumno. El otro alumno estaba practicando Lok-hup él solo, y yo estaba mirando. El señor Moy vino de la otra habitación, echó un vistazo al chico que estaba practicando y dijo: «Ah Du(k), habla con él. No está bien». Como no era muy perspicaz, pensé que el otro alumno tenía una malformación congénita o había sufrido alguna enfermedad que le había dejado el pecho «hundido» y la espalda hecha un desastre. Intenté animarle suavemente a «levantarse» y «abrir el pecho». El Sr. Moy observó mis consejos e inútiles esfuerzos y luego se acercó, le agarró la parte inferior del brazo, tirando de él hacia fuera. Luego agarró el brazo superior y tiró de él hacia arriba y hacia fuera, es decir, hacia delante. La espalda del alumno se enderezó y su pecho se «abrió». Su cuerpo estaba perfectamente normal. Entonces me di cuenta de que había estado intentando seguir lo que entendía de los consejos de los clásicos: «Ahueca el pecho y redondea la espalda».
De forma similar, hay un movimiento en Xing-yi, en el que tradicionalmente se bloquea hacia abajo a través del cuerpo con la mano izquierda protegiendo la rodilla derecha, y hacia arriba a través del cuerpo con la mano derecha protegiendo la zona de la axila izquierda. Esta es la forma en que el señor Sun enseñó originalmente a la señora Kwan. Ella nos dijo que el Sr. Moy lo cambió a simplemente cruzar las manos y presionar por debajo del ombligo. Al año siguiente, cuando me enseñaba a mí, volvió a lo que le había enseñado originalmente el Sr. Sun. El Sr. Moy acababa de llegar de comer y la estaba observando mientras me enseñaba. Dijo: «¡Eh!» y cuando nos miramos tenía las manos cruzadas por las muñecas, presionando hacia abajo. Nos explicó que todo el cuerpo debía estar «abierto» por dentro para que los órganos pudieran bajar.
Habilidades básicas de Don-Yus y Tor-Yus
Hay mucho que aprender y lograr en las prácticas de Don-yus y Tor-yus. Como he mencionado anteriormente, Ben encontró un libro entero dedicado a «Don-yus, Tor-yus y la Práctica de pie» en una librería en China. Por lo tanto, no es sorprendente que un tratamiento exhaustivo de estos temas esté fuera del alcance de este documento.
Don-yus
La primera vez que Doug Overholt asistió a una clase en la sede de Mississauga de la CTCA, me volví hacia él y le dije: «Enséñales algo». Empezó con: «Los Don-yus son muy sencillos». Más tarde me preguntó si realmente lo había dicho en voz alta. Durante la presentación se centró en presionar hacia abajo y levantarse hacia arriba, en línea recta. También dio consejos sobre cómo ir exactamente hacia atrás, con las vértebras L4 y L5. Es divertido que te enseñen a sentarte en una silla. La mayoría de nosotros llevamos mucho tiempo haciéndolo.
También hizo hincapié en cómo mover los brazos en relación con el cuerpo. Y habló de esto más recientemente pidiendo a los presentes que hicieran el movimiento imaginando que no tenían antebrazos. Si lo haces así, es decir, sin antebrazos, y mueves el segmento de los hombros a los codos hacia arriba y hacia abajo en relación con el cuerpo, te ves obligado a comprometer más el tejido conectivo y la fascia a lo largo de los lados del cuerpo y a través de la espalda.
Cuando enseño Don-yus insisto primero en que el alumno cultive estas dos habilidades:
a) Bajar por encima de las manos
Si haces esto, el peso de tu cuerpo presionará hacia abajo. Chris Young me explicó una vez que un Don-yu bien ejecutado era una defensa contra todos los derribos de judo.
b) Subir por debajo de las manos
Si haces esto, te estarás levantando con toda la fuerza de tus piernas. Si no, en la medida en que levantes algo, estarás utilizando una pequeña banda muscular de los brazos: los tríceps.
Los Don-yus son un ejercicio tremendamente poderoso que tiene una amplia gama de efectos y, como alguien me señaló una vez, son un ejercicio de «auto-optimización» en el sentido de que siempre «trabajan sobre la parte más débil». Esto también puede ser algo frustrante, ya que a veces te preguntas si estás mejorando en ellos. Algunos de los beneficios más evidentes son: fortalece las piernas; aumenta la flexibilidad de la pelvis, las rodillas y los tobillos; «afloja» las articulaciones sacroilíacas; estira la columna vertebral -sobre todo unos centímetros por encima y por debajo de la cintura-; mejora la circulación de la linfa, la sangre y el líquido cefalorraquídeo; disminuye el trabajo del corazón; profundiza la respiración; y masajea los órganos internos.
Tanto si eres hombre como mujer, procura sentir que te mueves arriba y abajo como un pistón en un cilindro inmóvil, es decir, que tu centro de gravedad no debe moverse ni hacia delante ni hacia atrás ni de lado a lado. No te preocupes por el aspecto exterior.
Prueba con posturas de diferentes anchuras - variando tu postura más estrecha o más ancha que tu postura normal y como máximo a la anchura de tu pie - en todos los casos. En general, al estrechar la postura habrá más tensión en las rodillas y al ensancharla habrá más tensión en los grandes tendones de la parte interior de los muslos. Escucha a tu cuerpo.
En el improbable caso de que no te suponga ningún esfuerzo, prueba algunas de las siguientes recomendaciones para aumentar los beneficios en relación con el tiempo invertido: procura no pararte ni arriba ni abajo; mientras mantienes un ritmo constante, y sube y baja más despacio.
Tor-yus
Los Tor-yus son básicamente una oportunidad «preparada» para practicar todos los movimientos de la tabla de «paso completo hacia adelante» que se hacen a 45 grados. Ver Los Cinco Principios más arriba en este texto. Te dan la oportunidad de practicar cualquier principio en el que estés trabajando sin tener que preocuparte de asuntos tan mundanos como caerte y los puntos más finos de dónde están tus manos y pies. Los pies permanecen en su sitio y los movimientos de las manos están relativamente simplificados con respecto a la mayoría de los movimientos de la tabla.
La arquitectura básica, tanto en la posición retrasada como en la adelantada, es muy sencilla. Asumiendo que has dado un «paso completo a 45 grados» como se describió anteriormente, intenta cada una de las posiciones adelantada y retrasada tal y como describo a continuación...
En la posición de retrasada: la rodilla de atrás apunta en la misma dirección que el pie de atrás; las caderas y los hombros miran en la dirección en la que apunta el pie de atrás; las palmas de las manos miran hacia abajo y están cruzadas generalmente delante del ombligo; la rodilla de delante apunta generalmente hacia delante, es decir, en la dirección en la que apunta el pie de delante; la pierna de delante está generalmente recta pero no bloqueada; el torso está generalmente erguido, sentado en el «cuenco / cuenca de la pelvis».
En la posición adelantada tu pierna trasera está recta -pero no bloqueada- apuntando aún en la dirección del pie trasero; tus caderas y hombros están orientados en la dirección hacia la que apunta el pie delantero; tus palmas están generalmente hacia abajo y hacia delante, separadas a la anchura de los hombros, con los brazos paralelos al suelo; tu columna vertebral en una inclinación que se extiende desde la pierna de atrás siguiendo una línea recta desde el talón hasta la parte posterior de la cabeza -más o menos las curvas corporales naturales-; la rodilla delantera alineada sobre el pie delantero y apuntando hacia delante, de forma que desde el tobillo hasta la rodilla sea generalmente perpendicular al suelo, tanto de delante hacia atrás como de lado a lado; el torso, aunque generalmente erguido e inclinado, no debe estar inclinado; el centro de gravedad no debe estar más adelante que el punto del manantial borbotante. Como consecuencia de que las rodillas y los tobillos están perpendiculares al suelo y de que las caderas son más anchas que las rodillas, la línea que va de la parte exterior de la cadera adelantada a la rodilla adelantada será «hacia delante, hacia abajo y hacia dentro».
Ahora, ya que los Tor-yus son dinámicos, el reto son todas las posibilidades extrañas y maravillosas en que puedes moverte entre estas posiciones, y después, todas las formas igualmente extrañas y maravillosas en que puedes salirte de la forma, incluso en las posiciones finales, para conseguir distintos efectos.
El 12 de febrero de 2011 Doug Overhold dirigió un taller en la sede de la CTCA. Después de haber mostrado cinco niveles diferentes de cómo hacer Toy-yus, me miró y decidió no añadir más niveles. Los que mostró estaban todos dentro de la estructura estándar anterior. Ben Chung ha documentado al menos siete tipos diferentes de Tor-yus que el Sr. Moy enseñó; y al menos uno de ellos se salía bastante de la forma estándar. En el primer «viaje por el oeste» que el Sr. Moy hizo a cuatro ciudades del oeste de Canadá, con Raymond Mui como traductor, el Sr. Moy enseñó el Tor-yu de forma diferente en cada ciudad. Al final, Raymond preguntó: «Sr. Moy, usted ha enseñado el Tor-yu de forma diferente en cada ciudad. ¿Cuál debo practicar?». El Sr. Moy respondió: «¿Lo sabrás cuando los hayas probado todos?».
Esta anécdota da una idea de lo variada que puede ser la práctica del Tor-yu. Dicho esto, animo a los alumnos a adquirir tres habilidades básicas dentro de las limitaciones de la estructura estándar anterior:
a) Desde la posición adelantada, si un compañero agarra tus dos muñecas extendidas, deberías ser capaz de tirar del compañero hacia ti.
b) Desde la posición adelantada, si un compañero se coloca detrás de ti con su puño empujando hacia delante tu coxis, deberías ser capaz de empujar al compañero hacia atrás hasta que estés cómodamente en la posición retrasada.
c) Desde la posición de retrasada, después de separar las manos, si un compañero empuja hacia ti sobre las palmas de las manos, deberías ser capaz de empujar al compañero hacia atrás, mientras te mueves sin esfuerzo a la posición de adelante.
Sugerencias:
a) baja los codos
b) estira el coxis hacia atrás y hacia abajo
c) guía con las manos
Dejando de lado los diferentes niveles de comprensión de un Tor-yu y las diversas formas en que se pueden utilizar, tanto dentro de la forma estándar como fuera de ella, sugiero que hay al menos tres tipos diferentes de Tor-yu en la tabla de Tai Chi:
i) Tor-yu de Limpiar la rodilla / Separar la crin del caballo salvaje
ii) Tor-yu de Coger la cola del pájaro / Llevar el tigre a la montaña
iii) Tor-yu de Golpear al tigre a izquierda y derecha / Golpear las orejas con los puños
Piensa en cómo estos movimientos son cualitativamente diferentes entre sí.
¿Dónde está la pelota?
La pelota es imaginaria y, por lo general, está situada en un lugar tal que si no tuvieras manos e intentaras «abrazar» la pelota con los brazos enteros tocando apenas la muñeca, parte de la pelota estaría realmente dentro de tu torso. Por supuesto, la posición exacta de la pelota depende del movimiento en cuestión. La pelota no está en el mismo lugar en «Cruzar las manos» que en la transición de «Cola de pájaro a la izquierda» a «Cola de pájaro al frente (o tres empujes)».
La pelota No está entre las palmas, como en otros estilos. Aunque yo he leído y visto fotos y vídeos de otros estilos en los que la pelota también está así.
Estás apretando la pelota en tres dimensiones. En movimientos como la transición entre «Acariciar las crines del caballo salvaje» - hasta hace un par de años, tenía más intención en apretar los brazos en la dirección «arriba - abajo» - que en la dirección «alcanzar - abrazar». Esto se debe a que estaba demasiado apegado a la aplicación de las artes marciales de interceptar un puño que volaba hacia mi parte media. Ben Chung me recordó esto cuando una mañana cuando me dejé caer por la Semana de invierno de Tai Chi en 2009. Le dije: «¿En serio?» y le mostré mi comprensión. Esa tarde, enseñó «mi comprensión» y me fui a casa a practicar lo que me había enseñado y vi como en el vídeo de los años 80 del Sr. Moy - está muy claramente “alcanzando alrededor” más de lo que yo había observado.
Algunos de los últimos consejos del Sr. Moy: «Aprende de todo el mundo», pero “Ten en cuenta el corazón de aquellos de quienes aprendes”.
Diferencias entre hombres y mujeres
La diferencia más obvia entre hombres y mujeres es que las mujeres se pueden quedar embarazadas y, como consecuencia deben ser capaces de «dejar salir a un niño» por su pelvis. Sus caderas, pelvis y parte inferior de la columna vertebral tienen mayor flexibilidad y soltura y tienen una forma diferente. Las caderas son más anchas. La pelvis es menos profunda y se abre de forma diferente. Y el grado de curvatura de la columna vertebral es mayor.
Durante el embarazo esta soltura o «apertura» aumenta de forma natural por los cambios hormonales. Los consejos del Sr. Moy sobre cómo deben practicar las mujeres y qué deben y no deben hacer en las distintas fases del embarazo quedan fuera del alcance de este documento.
Debido a unas caderas generalmente más anchas, el ángulo de la parte superior e inferior de las piernas es ligeramente diferente en sus rodillas.
Además, el centro de gravedad de la mujer es más bajo que el del hombre en relación con su estatura total.
En general, los brazos de los hombres son más rectos que los de las mujeres: el «brazo de carga». Colócate frente a un espejo, con los pies juntos y los brazos colgando de forma natural a ambos lados. Gire las palmas de las manos para mirar al espejo. Si eres mujer, desde el hombro hasta el codo colgará generalmente recto hacia abajo y desde el codo hasta la muñeca se desviará hacia fuera, de modo que si llevaras algo apretado en el puño, no chocaría contra tus caderas, generalmente más anchas. Si eres hombre, los brazos suelen colgar rectos desde el hombro hasta la muñeca.
Por lo general, el bajo vientre de la mujer, desde el ombligo hasta la parte superior del pubis, es más redondo y voluminoso que el del hombre. Esto se debe a que los órganos reproductores de la mujer están situados exclusivamente en el interior. Y la parte de los órganos reproductores que tiene el hombre «en el interior» son más pequeños.
Debido a las diferencias de aspecto entre hombres y mujeres, la primera opción del Sr. Moy fue siempre que las mujeres corrigieran a las mujeres y los hombres a los hombres. Esto no siempre es posible, dependiendo del nivel de habilidad de los instructores disponibles y del nivel de necesidad de cada alumno en cuestión. Un día, una instructora llevó a una de sus alumnas al Sr. Moy. La alumna había sufrido una recaída de cáncer de cuello de útero. Los médicos querían practicarle una histerectomía radical. El Sr. Moy le preguntó cuántos años tenía y cuando ella contestó 24, él puso cara de tristeza y dijo: «demasiado joven». Pidió a su instructor que le enseñara Don-yus. No quedó satisfecho con el resultado y se dirigió a uno de los instructores masculinos más experimentados presentes y le pidió que le enseñara Don-yus. Como seguía insatisfecho, le enseñó él mismo. Después de practicar un rato, le preguntó cómo se sentía. Ella dijo que sentía como si sus órganos reproductores estuvieran ardiendo. Él le dijo: «Bien. Haz más». Lo último que supe es que sus médicos le dijeron que o bien le habían diagnosticado mal o había tenido una remisión espontánea.
El punto principal de todo lo anterior es que las mujeres no deben esforzarse por parecerse a sus instructores masculinos y viceversa. Como ya se ha mencionado, las mujeres no deberían intentar «eliminar la curvatura natural de su columna vertebral». Su práctica de Tai Chi, con sus raíces en el taoísmo, debe esforzarse por seguir el camino de la naturaleza, no deshacerlo o «mejorarlo».
Los principios generales son los mismos para hombres y mujeres. Fíjate en que antes me refería a «más o menos las curvas corporales naturales». Para hombres y mujeres, el grado de esas curvas será diferente y, por lo tanto, la forma general. Cuando realizamos movimientos como «Girar para barrer el loto», la trayectoria de las manos y brazos en relación con el cuerpo dependerá de lo alto o bajo que esté el centro de gravedad. Cuando hacemos, por ejemplo, «Acariciar las crines del caballo salvaje», si la mano está en el mismo lugar con respecto al cuerpo, pero el brazo tiene una forma diferente a la de la persona de la que estás aprendiendo, no puedes cambiarlo ni deberías intentarlo.
Cuando una mujer hace Don-yu, la misma intención de subir y bajar el torso descrita anteriormente y la sensación no aparecerán igual que su practicante masculino, generalmente de espalda más recta.
Piensa por ti mismo cómo las diferencias descritas anteriormente se manifestarán en la apariencia externa de los movimientos. Dedica tiempo a estas consideraciones cuando practiques movimientos individuales. Observa a los demás. Pero cuando estés haciendo una tabla, déjate llevar y no pienses en estas cosas.
Salirse de la forma: cuándo, dónde y por qué
El Sr. Moy a menudo «se salía de la forma». Lo hizo conmigo en varias ocasiones y, por supuesto, con muchos otros. La primera vez que lo hizo conmigo fue en los años 70, como ya he mencionado. Al día siguiente, en mi clase habitual, estaba luchando con lo que me había enseñado en el Tor-yu. Toda la clase estaba en fila haciendo Tor-yus y el instructor avanzaba por la fila corrigiendo a cada uno de nosotros por turno. Me preguntaba cómo iba a responder cuando llegara a mí, ya que lo que estaba haciendo era diferente respecto a los demás en la clase y diferente a lo que había visto a nadie hacer en un Tor-yu hasta ese momento y estaba claramente «fuera de la forma». En ese momento el Sr. Moy entró en la sala, llamó al instructor por su nombre y dijo: «Está bien». Mi instructor me miró, devolvió la mirada al señor Moy perplejo y pasó al siguiente alumno.
La siguiente vez que «se salió de la forma» conmigo, todos tuvimos la suerte de que nos explicara el concepto de corrección personal -sólo para el alumno que la recibía- y en este caso dijera explícitamente que «no debe ser practicada por otras personas que estén mirando». Sin esta experiencia, podría haberme dejado llevar por la idea tonta de que el Sr. Moy siempre estaba «cambiando la forma».
Según mis observaciones, se guiaba por los dos principios siguientes: 1) cuanto más lejos estaba de Toronto, más sencilla y limpia mantenía la forma y 2) cuanto más a menudo y con más regularidad veía a un alumno, más a menudo y más lejos estaba dispuesto a «salirse de la forma». Esto explica por qué la forma era más normal cuanto más lejos se estaba de Toronto.
A veces no era que el Sr. Moy se saliera de la forma, sino que el alumno entendía mal y luego mejoraba lo que se le mostraba y/o decía. Dado que el Sr. Moy podía ser algo travieso y juguetón, los resultados eran a veces bastante divertidos. Observé lo siguiente con otro alumno, también llamado Doug. En la postura final de «Látigo simple diagonal», el Sr. Moy dijo: «¡Estira!» El alumno se inclinó hacia delante, quizás estirando ligeramente el tendón de Aquiles. Por supuesto, no sé lo que el Sr. Moy estaba pensando, pero era como si estuviera pensando: «Me pregunto qué hará ahora». Dijo: «Estirarse más.» El alumno se inclinó más hacia delante. El Sr. Moy dijo: «Estírate más». El alumno se inclinó más hacia delante. El Sr. Moy dijo: «Estírate más». Finalmente, incapaz de inclinarse más sin caerse, el alumno acabó por estirarse, maravillosamente. El Sr. Moy dijo: «¡Eso es!». Durante la semana siguiente, el alumno hizo las siguientes «mejoras»: alargó el paso y colocó las manos en una posición parecida a la de «La bella dama lanza la lanzadera». Cuando le sugerí que era un medio paso, dijo: «No, el Sr. Moy me enseñó esto». Incluso con el Sr. Moy sentado a menos de dos metros de distancia, diciendo: «Medio Paso», él seguía sin cambiar. Al final, alguien le convenció para que volviera a la «forma normal», con el estiramiento intacto.
En una ocasión, uno de los alumnos habituales del Sr. Moy asistía a un taller a unas tres horas de Toronto. Durante una sesión de Don-yu el Sr. Moy sostuvo las manos del alumno por encima de la cabeza cuando éste empezó a hundirse, para que pudiera captar la idea de que el hundimiento empezaba mientras el ascenso continuaba. Durante las tres semanas siguientes, el alumno practicó con diligencia, manteniendo las manos muy por encima de la cabeza y a medio camino del Don-yu. Finalmente, el Sr. Moy preguntó: «¿Quién te ha enseñado eso?». Para quienes no estén familiarizados con la relación tradicional «maestro - alumno» en estas artes, una buena respuesta no habría sido: «Tú lo hiciste». El alumno respondió: «Quizá no entendí lo que me estaba enseñando hace tres semanas». El Sr. Moy explicó que había levantado los brazos del alumno para que él -el alumno- pudiera «captar la sensación», y luego volver a la forma normal.
Nota final sobre la «búsqueda de sensaciones» y por qué no debes hacerlo - aunque el Sr. Moy y tu instructor te digan a menudo: «¿Cómo te sientes?». Creo que el Sr. Moy hacía esta pregunta para que el alumno volviera su atención hacia dentro y pudiera recrear lo que se le estaba enseñando. Después de que puedas recrear lo que se te está enseñando, debes dejar ir la sensación. A medida que realices una práctica concreta y tu cuerpo se acostumbre a lo que sea diferente, la sensación o sensaciones disminuirán. Si sigues buscando la sensación, tendrás que distorsionar cada vez más lo que haces para «mantener la sensación». Yo tuve mucha suerte en el siguiente sentido... La mayoría de las veces sólo podía distinguir diferentes tipos de dolor. La mayoría de las correcciones que me hizo el Sr. Moy fueron bastante dolorosas. Afortunadamente, a medida que practicaba, mi cuerpo cambiaba y el dolor disminuía, nunca tuve que preocuparme de buscar el dolor, porque la siguiente corrección me proporcionaría un nuevo tipo de dolor :)
Críticas a nuestra forma y nuestras prácticas
A lo largo de los años he escuchado varias críticas a nuestra forma y prácticas, y aquí trataré tres de ellas:
1) Vosotros, los que practicáis el Tai Chi que enseñó el Sr. Moy, empujáis la rodilla demasiado hacia delante.
Es cierto que algunos de nosotros lo hacemos, al menos algunas veces. Tal vez, porque nuestro instructor se ha «salido de la forma» para conseguir un efecto. Por supuesto, los instructores deben ser muy cautelosos con este tipo de instrucciones, especialmente cuando exponen al alumno a posibles lesiones. A todos los alumnos hay que decirles repetidamente: «Escucha a tu cuerpo». En mi caso, habría probado cualquier cosa que el Sr. Moy me hubiera dicho que probara, porque además de mi confianza en él, tenía una confianza aún mayor en que «si él me rompía, ¡podría arreglarme!». Nosotros -al menos en mi caso- no tenemos ese nivel de habilidad.
2) Extiendes demasiado la columna vertebral.
En el sistema del Sr. Moy y Mui Ming-do enseñaban que el ming-men -puerta de la vida- es algo físico real que hay que «abrir» físicamente -estirando-. Que yo sepa, la mayoría de los demás sistemas abogan por «abrir» esta zona mediante una especie de «autohipnosis mental». Mui Ming-do desaconsejó explícitamente las «técnicas de visualización» que otros estilos y sistemas emplean con este fin.
3) Es Limpiar la Rodilla - no Limpiar el Pecho.
Esto es claramente Liang Shou-yu regañando a los alumnos del Sr. Moy, pero puede ser una observación correcta en algunos casos. Como ha señalado Doug Overholt, en al menos un par de ocasiones, los alumnos suelen ver las manos o las extremidades. Dado que, al hacer Limpiar la Rodilla, el cuerpo se mueve hacia la mano adelantada, es un error bastante común llevar la mano adelantada hacia el cuerpo. Si cometes este error, empuja hacia abajo y hacia delante continuamente con la mano adelantada - ver «Fuerzas iguales y opuestas», más arriba en este texto.
Conclusión
Espero que al menos a alguno le haya resultado útil todo lo anterior. Si conoces a alguien que no participa en la revisión de Lok-hup y crees que podría beneficiarse de todo o parte de lo anterior, no dudes en hacérselo llegar.
~ Doug Nettleton